Historia del Artista
Jose Miguel Muñoz nació un 21 de Octubre de 1971 en la localidad francesa de Thann, un pintoresco lugar con unos paisajes bellísimos.
Hijo de padres emigrantes, como muchos otros, a los 7 meses le trajeron a El Raal en plena huerta de Murcia donde permaneció dos años en casa de sus abuelos, hasta que por fin sus padres volvieron para quedarse.
Siempre estuvo muy en contacto con la huerta y sus productos, ayudando a su padre en un pequeño huerto de limoneros que tenía, el cual creció posteriormente, pero eso es otra historia.
Un niño con una imaginación desbordante, que fabricaba sus propios juguetes con cosas tan usuales como unas pinzas de colgar la ropa, y que siempre sintió una atracción especial por la creatividad y en concreto por el dibujo.
En el colegio ya empieza a dibujar sus propias historietas de batallas aéreas, sus propios super-heroes y a intentar plasmar los dibujos de sus comic favoritos. Mientras el resto de niños jugaban al futbol, a las bolas, al marro, o al churro mediamanga mangotero, el imaginaba y dibujaba.
En su colegio se celebraba todos los años un evento que llamaban dibujo al aire libre, que no era otra cosa que sacar a todos los niños al patio con un papel y colores y como buenamente pudieran, generalmente en el suelo, hicieran un dibujo para ganar un premio. El nunca lo presento, ya que era obligatorio dibujarlo, excepto en 4º y 5º de EGB, esos dos años se llevó el primer premio, lo curioso es que hizo el mismo dibujo las dos veces, "El Quijote montado en su caballo Rocinante". Ganó en sendos años, dos cajas de acuarelas idénticas, menos mal que el dibujo también era el mismo, sino vaya pérdida de tiempo, cajas que nunca utilizó y técnica pictórica que, seguramente por aquello, utilizó por primera vez con Pedro Cano, que fué el artista al que acudió para aprender acuarela y del que aprendió muchas de las cosas que hoy hace.
Ahí terminó su interés por las artes pictóricas y comenzó a interesarse por la música. En 6º formó parte de un cuarteto de flauta, dando varios conciertos en el conservatorio y algunos colegios de Murcia, llegando a componer alguna melodía.
No volvió a tomar contacto con las artes hasta el Instituto, donde a pesar de que el quería hacer informática como optativa, hizo diseño, imagino que porque no había que estudiar. Durante los 4 años que estudió diseño experimentó distintas técnicas, incluido el macramé, llegando incluso a realizar alguna escultura metálica interesante.
Al terminar Bachiller se pierde su pista artística absorbida por el lúgubre mundo de la informática y la programación.
Reaparece en Marzo de 2010, afincado en Santomera y tras una baja laboral de 6 meses por estrés, con el firme empeño de cambiar su vida.
El pintor llega a ese punto en que o das un giro drástico a tu vida o tomas una mala decisión.
Busca entre los armarios del olvido y tropieza con unos tubos de pintura acrílica y unos pinceles que había comprado 10 años atrás con la firme convicción de empezar a pintar al día siguiente. Curiosamente también había un lienzo de la misma época al que no hacía falta aplicarle amarillo.
Pide prestado un caballete, encuentra en una revista una foto que le gusta y se pone manos a la obra. Esto es lo que sale.
Todo el tiempo que ha invertido en pintar le resulta tan gratificante y siente tal liberación de su mente que adquiere más lienzos, se informa y alguien le comenta que el óleo es más manejable.
Se compra los colores básicos al óleo y empieza a practicar y aprender de forma autodidacta.
En Junio de ese mismo año, cuando ya ha completado unas 10 obras èl solo, entiende que ha llegado a un punto de inflexión y que para seguir avanzando necesita ampliar sus miras y alguien que le enseñe a pintar y le quite sus malos vicios(en la pintura).
En Septiembre empieza a recibir clases de una de las mejores artistas de la región de Murcia, a la par que asiste a varios seminarios de grandes pintores nacionales e internacionales, lo que le aporta un gran conocimiento de técnicas nuevas y cambia en muchos aspectos su percepción del arte. Esto le empuja a investigar, hacer pruebas y buscar un estilo propio.
Una vez terminada su primera etapa de formación se lanza a la vorágine expositiva y comienza a mostrar su obra en distintos sitios, ver exposiciones.
Sigue investigando y formándose hasta alcanzar un estilo própio. Pinta la huerta, sus frutos, sus herramientas, sus costumbres y empieza a ser invitado a colegios a mostrar su obra y a trabajar con los niños.
En 2014 le proponen dirigir la escuela de arte del Ayuntamiento de Santomera, algo que acepta con cierto temor.
Un año después incorpora a niños a la escuela y resulta ser todo un éxito.
Igualmente comienza a impartir talleres y clases en distintos centros educativos y academias privadas.
Desde sus inicios Jose Miguel Muñoz se vuelca con distintas asociaciones y fundaciones a nivel Nacional, ayudando en todo lo que puede y en 2017 le es otorgado el" premio a la solidaridad con las familas mastocitarias", en la Fundación Once de Madrid.
Tiene claro que el día que deje de querer aprender y de intentar enseñar lo que sabe, ese día estará muerto.
