Exposición Casino Aguilas
En las pinturas de José Miguel Muñoz tanto a los óleos como a las acuarelas o simplemente con lápices
de colores hay una mirada diferente que se podría adjetivar como idealizada por el alma empecinada de
un artista romántico que es capaz de convertir en obra maestra, sobre lienzo o papel, imágenes que por
cotidianas o familiares por estos lares, pasan a diario desapercibidas en nuestros ojos. Pero erraríamos si
dijéramos que aquel higo chumbo; aquel verdal; esa rama de naranjo o limonero; la común caballa; esa
escafandra olvidada; el timón del barco varado, no es lo que parece. ¡Todo es así!, y así resulta de hermoso,
lleno de luces y de contrastes, de saber mirarse y entenderse, como él lo hace -desde la quietud-,
en la plenitud de su sencillez, pero con sus formas, sus colores, sus brillos, sus intensidades. Lo que hay
a nuestro lado, en estas benditas tierras que baña el mediterráneo y el sol ilumina de un modo especial,
es así, como lo ven los ojos obstinados y escrutadores de este artista internacional cuyas obras han recorrido
en una meteórica carrera del pincel gran parte de la geografía nacional e internacional y se encuentran
colgadas en muchas casas de países lejanos porque sus propietarios, de otras lenguas, quedaron embobados
de la belleza de estas cosas tan nuestras como consuetudinarias.
En esta exposición “Águilas, Mar y Huerta”, el artista plástico José Miguel Muñoz volverá a sorprender
a los muchos que conocen su pintura con elementos, perspectivas y representaciones novedosas así
como con otras obras, que no por clásicas en su repertorio resultan tan nuevas como atrayentes, llenas de sensibilidad, rebosantes de delicadeza y sublimes, e incluso, me atrevería a decir, atrevidas en cuanto a técnicas pictóricas se refieren.
En aquellos que aún no conozcan a los “hijos” de sus pinceles y de su creatividad, descubrirán en José Miguel Muñoz a un “pintorazo” murciano, que es mitad huerta, mitad mar y a través de sus obras, serán llevados a la evocación, al recuerdo quizás, a la ensoñación segura mientras están despiertos, porque eso es la pintura de José Miguel Muñoz, la verdad idealizada o no, pero vista desde sus ojos sin dejar de ser verdad ni real.
Con muchísimo agrado escribo desde Calarreona esta breve reseña de un pintor al que admiro profundamente y me enorgullezco de su amistad, tan intensa quizá porque ambos somos conscientes de la belleza que nos rodea a todos los murcianos, él la pinta y yo me recreo en su pintura, cada cual a lo que sabe.
Sólo me resta agradecer al Casino de Aguilas y a su Junta Directiva, especialmente a su presidente Miguel Ángel Rosselló y a María “alma mater” de esa emblemática institución aguileña su buena predisposición con el artista y que me permite otra vez más la contemplación de sus obras.
A Águilas, tierra acogedora y muy ligada a mí personalmente y quienes la habitan en este final de agosto invitarlos a disfrutar de esta magna exposición que a buen seguro no les será indiferente.
Gracias Águilas, suerte artista y buena singladura amigo.
Javier Pinilla Peñarrubia.
